martes, 4 de diciembre de 2007

Escape

Manos intimidan las mentes,
que el cielo penetra,
Falsos colores en las cabezas,
Las inagotables fuentes de mentiras.
Escritos manipulando acciones,
Frentes sudorosas y pensantes,
Escapar es imposible.

Un orden para todo,
Una clasificación negra.
En compañía de mí,
Me libero contra mi supuesta existencia,
La rabia inunda mis pulmones
Y levanta mis manos armadas.
El sacrificio siempre ha sido una salida,
Ahora es el momento,
De empatizar con el umbral,
Aquí todo es distinto,
Allá es peor.

Nada pasa

Me canso, me marchito y me escondo,
Pasa que me aburro de ser yo,
Esquivo este mundo donde todo sucede,
Pero nada pasa,
Ni la vida ni los minutos,
El reloj permanece colgado sin moverse, callado e impenetrable,
Las horas tomaban mi muerte,
Y se sentía pasar tu ángel por mi espalda,
Y todo era silencio, nada se movía,
No comía ni pensaba todavía,
Ni en las manos de agua o los llantos de vinagre,
Gritos de amor se escuchaban a lo lejos, pero eran eso, solo gritos,
Ningún indicio de tu niebla, de tu nube o de tu sangre,
Y todo sigue igual, nada pasa.

Pasa que me siento en la arena, a ver el mar callado e inmóvil,
No siento ni el viento helado ni el calor de tu voz,
Todo está quieto en mi mente y en el espacio,
Todo sigue con un olor frío a muerte y a quietud,
A paz solemne de sangre derramada luego,
Después de la guerra de tus manos y las mías,
Pero nada se mueve, ni tus ojos ni mi pelo,
Y nada pasa, ni los minutos, ni la vida.

Proposición al amigo

El alma explosiva que acompaña a mis pasos,
Sobresalientes pinceles horrorizados,
La suave pintura huye asustada luego de la música,
Líneas de sangre negra,
Los dolores penetrantes del papel,
Ese es el amigo enamorado de la noche,
Amante de los discos clavados,
Sólo Dios podría acallar sus expresiones,
Pero si Dios no existe en él,
Entonces quién podrá detenerlo,
¿EL amor?, ¿La luna?

O quizás el desgarrador grito de sus lápices,
Luego del mal uso colorido.
Ese hermano que no lleva mi sangre,
Pero que compartimos la carne atractiva de la expresión desconocida.
Cuando amas todo lo que amas,
¿No será mejor odiar para luego amar mejor?

Juntemos al cielo con nuestros dedos,
Unamos en matrimonio a los colores y letras,
En la arena, en las paredes, en el aire.
Hagámonos escuchar de nuevo,
Gritemos que somos cuerpos deseosos de libertad,
Maltratemos juntos al mártir tirano,
Bombardeémoslo con papeles, con voces, con arte.

Logremos juntos el cambio de rumbo,
Transformemos en arte, lo que hoy es odio.

DINAmo

Sangre espesa corriendo entre las comisuras,
Gritos negros humeantes de mugre,
Huele a todo,
Mezclas de caminos de carne,
Fracturando sueños pacientes,
Las manos en el aire,
Por las paredes corren ríos,
Llantos de ojos pegados al concreto,
Las distancias son extremas,
Gélido el viento tenso,
La humedad rasga las vaginas ultrajadas,
Los gritos se hacen nada bajo tierra,
Los botines lustrados sobre las pieles,
La electricidad se hace frecuente,
Callar o traicionar.

Presiones en las sienes,
Navegan los espacios inexistentes,
La sucia camilla espera estática y ansiosa,
Cuerpo al piso,
Cientos de hojas afiladas y ordenadas,
La esperanza se hace compañera del odio,
Resignación revolotea por doquier,
Ideales ganados con sudor,
Otra palabra más y es el fin.

Un sermón completo.

Dos golpes.

Un ruido.

Otro más al mar.

Industria

El olor a plástico,
El dulce aroma de la fábrica diurna,
Los fierros chocando con los brazos,
Acariciando cada peldaño de las mentes,
El obrero caminando hacia su jefe,
Con olor a grasa y aceite en los labios,
Las campanas no cuentan sus tintineos,
Las personas no cuentan su pasado;
Las máquinas no siguen sus
ejercicios,
Solo obedecen al toque del animal despierto,
Cambiando el sol por focos,
Flores negras por blancas,
Oscureciendo las conciencias trabajadoras,
Personas esclavizadas por el olor de las monedas,
Y marchitas por el
desvaneciente dolor de sus espaldas,
Caminos fugaces de invierno,
El frío pasa inadvertido entre el humo caliente de los motores,
Y el aliento tibio de las narices hambrientas.

Las bocas callan pensamientos de revolución,
Y los cabellos oscuros de brasas,
El aire denso y sólido por las cenizas,
Cantan los pies chocando en el cemento,
Miles de botas marchando unísonas hacia el trabajo,
Luego del pan de la colación.